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viernes, 8 de enero de 2010

Them Crooked Vultures - Them Crooked Vultures


Josh Homme voz y guitarras, Dave Grohl a las baquetas y John Paul Jones al bajo. Esta es la formación titular de “Them Crooked Vultures”, una suerte de “dream team” del rock. Queens Of The Stone Age, Kyuss, Nirvana, Foo Fighters y, uff, Led Zeppelin... la cosa promete. Homme & Grohl ya colaboraron en el fantástico “Songs For The Deaf” de los QOTSA, con lo cual las perspectivas eran de lo más halagüeñas teniendo en cuenta que el añadido músculo de Jones.

Generalmente el problema en este tipo de proyectos suele ser de expectativa, dado el nivel de todos los músicos, y que rara vez el resultado acaba siendo la suma de las partes. Si la mayoría de supergrupos acaban cayendo en la deriva artística a las primeras de cambio, podemos decir que cuando menos Them Crooked Vultures salvan el primer match-ball.

Una primera escucha deja las cosas bastante claras: Josh Homme es el que pilota la nave, la construcción de los riffs es marca de la casa y las melodías de voz remiten igualmente a QOTSA. Desde el asiento de atrás, Grohl y Jones dan cuerpo (y de qué manera) a las composiciones, dotándolas del peso y el nervio necesario para que el trabajo no suene a Queens Parte II. Y es aquí posiblemente donde reside el mayor encanto de este homónimo debut, en el trabajo de desarrollo de cada tema, en los enrevesamientos rifferos a los que juegan Homme y Jones, en los cambios de ritmo y quiebros a quemarropa de Grohl, en los retazos de jam session de tres auténticos genios que dan lustre a unos temas a veces notables, otras veces por debajo de las posibilidades de los intérpretes.

Comienza el disco de forma arrolladora con trallazos como “No One Loves Me And Neither Do I”, con un desdoblamiento de riff para enmarcar, “Mind Eraser, No Chaser" y el efectivo single “New Fang”. La excelente “Dead End Friend", es más melódica, menos pétrea que sus hermanas, con alma casi pop, perfecta antesala para “Elephants”, otra de las joyas del disco, riff girado y escarceos rítmicos incluidos. Baja el nivel con "Scumbag Blues" y "Bandoliers", en los que destaca sobremanera la aportación de Grohl, pero que aportan menos desde el punto de vista compositivo. "Reptiles" es gloriosamente original, otra muestra de la capacidad de Homme y cía. de reinventar el rock desde dentro, con guitarra, bajo y batería. Curioso tema "Interlude WIth Ludes", casi spoken word, parco en lo musical pero con brillantes y sarcásticos textos. El último tramo del disco tal vez se haga un poco largo: más destacable la sexy y divertida "Caligulove", mientras que "Warsaw Or The First Breath You Take", "Gunman" o "Spinning In Daffodils" se pueden atragantar.

Un trabajo de nivel, al alcance de muy pocas bandas. 13 temas perfectamente ejecutados, que huyen del revisionismo rockista al uso, pero que se quedan algo enganchados en las formas de Josh Homme, especialmente en lo vocal. Posiblemente se eche en falta un poco del punch de sentimiento y "grande rock" de los mejores temas de los Foo Fighters's de Grohl. Un disco denso, a veces difícil, pero que ojo, gana con las escuchas.