rock y todo lo demás

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viernes, 30 de diciembre de 2011

Manic Street Preachers - 02 Arena, Londres, 17 de Diciembre '11


Llevar una carrera musical de más de 20 años, con 10 álbumes de estudio a tus espaldas y 38 singles editados no es cualquier cosa. Si además el nivel medio de tus trabajos es de notable alto y en la historia de tu banda has sobrevivido a todo tipo de aventuras, desventuras, contradicciones, giros en falso e incluso la desaparición de un miembro del grupo, deberías poder mirar al pasado con la satisfacción del deber cumplido. Si además tu carrera está jalonada de discos de platino, singles top 10 y del reconocimiento de crítica y (casi siempre) del público, la satisfacción debe ser exponencial.

Así debieron sentirse James Dean Bradfield, Nicky Wire y Sean Moore tras concluir su concierto en el espectacular escenario del 02 Arena londinense. Presentando su colección de singles “National Treasures” en una única fecha, y desgranando una a una, en dos mitades, las 38 canciones que han editado en ese formato, los Manic Street Preachers, rindieron un homenaje al arte de la composición e interpretación rock en el más amplio sentido de la palabra. Y de paso, se rindieron un homenaje a sí mismos, a su intrahistoria, a sus idas y venidas y a su peculiar forma de entender la música, la política, el arte y la vida. Tiraron de clásicos con ejecución perfecta (“The Everlasting”, “Australia” o “Your Love Alone Is Not Enough” con Nina Pearson como invitada especial), se reencontraron con temas mucho menos habituales (So Why So Sad, Let Robeson Sing, There By The Grace Of God), rockearon como lo hacían en sus orígenes (You Love Us, Motown Junk, Revol, Found That Soul) y, en definitiva, hicieron las delicias de cerca de 20.000 incondicionales que se acercaron de todos los rincones de Europa para asistir a un evento único y muy especial. Si a ello añadimos el acertado despliegue visual que acompañaba a la actuación y el apoyo de dos músicos adicionales (correctísimos Sean Reed a los teclados y Wayne Murray en la guitarra rítmica), el resultado es casi inmejorable.

Y digo casi porque, en el éxtasis de los hits Made in Manics, se echaron en falta temazos que, a pesar de no haber sido singles, no dejan de ser magníficos, desde “Sleepflower” o “Freedom of Speech Won’t Feed My Children” hasta “Natwest, Barclays, Midlands, Lloyds”, “Small Black Flowers That Grow In The Sky” o cualquier pieza del mágico “Journal For Plague Lovers”. Y es que, para una banda como los Manics, 20 años de carrera han dado para mucho. Porque, cuando allá por 1990 4 chavales del pueblo galés de Blackpool editaban sus primeras grabaciones jugando a ser Guns N’ Roses, vender millones de discos y desaparecer, pocos podían imaginarse, ni siquiera ellos mismos, que lo que se estaba gestando era una de las carreras más sólidas y prolíficas que ha dado la música del Reino Unido en las últimas dos décadas.

Al cerrar la noche con la apoteosis final de “A Design For Life” James Bradfield anunciaba que volverán en un par de años. Les esperaremos con los brazos abiertos.