Band of Horses es una de las últimas y más valiosas exportaciones del rock americano de raíz de los últimos años. Los de Seattle, que comparten ciudad y titulares con los también barbudos Fleet Foxes, nos presentan ahora “Infinite Arms”, su tercer trabajo oficial con Subpop. Si su anterior referencia, "Cease to Begin", les abría un hueco en el universo rock, este nuevo álbum está suponiendo un espaldarazo definitivo que les consagra como una banda de primera división, permitiéndoles además pasearse por los escenarios de medio mundo y parte de la otra mitad.
“Infinite Arms” es un digno ejercicio de rock y folk rock contenido y atemporal que bebe del rock clásico americano de la escuela de The Band, se cruza con efluvios de Costa Oeste sesentera y mira al presente vía My Morning Jacket (algo especialmente evidente en el primer corte del disco, la atmosférica “Factory”), los mencionados Fleet Foxes o los escoceses Teenage Fanclub (con “Laredo” o la guitarrera “NW Apt.”).
Pero las verdaderas joyas de este “Infinite Arms” se esconden entre sus temas más pausados: Estremecen con la fantástica “On My Way Back Home”, una suerte de readaptación del “Sloop John B” de los Beach Boys; emocionan con el corte que da título al disco, remitiéndonos a los CSN&Y más tranquilos, y acaban de dar en la diana con la preciosa “Older”, un trabajo de melodía y armonía vocal ejecutado con un gusto exquisito.
No es oro todo lo que reluce, y temas como “Compliments”, “Dilly”, o la insípida “For Annabelle” bajan el listón de un trabajo notable, pero cuyos altibajos hacen que la obra suene un tanto deslavazada en su conjunto. No cabe duda de que hay talento y capacidad compositiva de sobra, como demuestra el “Neighbor” que cierra el disco, pero nos quedamos con ganas de más. Con estos mimbres, tenemos todas papeletas para esperar mucho de ellos en el futuro próximo.
Pero las verdaderas joyas de este “Infinite Arms” se esconden entre sus temas más pausados: Estremecen con la fantástica “On My Way Back Home”, una suerte de readaptación del “Sloop John B” de los Beach Boys; emocionan con el corte que da título al disco, remitiéndonos a los CSN&Y más tranquilos, y acaban de dar en la diana con la preciosa “Older”, un trabajo de melodía y armonía vocal ejecutado con un gusto exquisito.
No es oro todo lo que reluce, y temas como “Compliments”, “Dilly”, o la insípida “For Annabelle” bajan el listón de un trabajo notable, pero cuyos altibajos hacen que la obra suene un tanto deslavazada en su conjunto. No cabe duda de que hay talento y capacidad compositiva de sobra, como demuestra el “Neighbor” que cierra el disco, pero nos quedamos con ganas de más. Con estos mimbres, tenemos todas papeletas para esperar mucho de ellos en el futuro próximo.
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