martes, 31 de diciembre de 2013
jueves, 31 de octubre de 2013
Pearl Jam - Lightning Bolt
“Lightning Bolt” es el décimo disco de estudio de Pearl Jam, la eterna banda de Seattle. 12 nuevos cortes que siguen dando lustre a una carrera que circula ya por su tercera década de existencia. Seiscontrauno desgrana cada uno de los temas de este Rayo Americano:
“Getaway”: dicen
que el que golpea primero golpea dos veces, y Vedder y cía lo saben de sobra.
El tema que abre el disco es una de las joyas de la nueva colección: tenso,
musculoso y rabiosamente melódico. Un clásico instantáneo.
“Mind Your Manners”:
el primer single de “Lightning Bolt” es una aceleradísima pieza que escupe
inconformismo y reivindicación en un envoltorio casi hardcore. Inmediato pero
de consumo un tanto fugaz.
“My Father’s Son”:
la serpenteante línea de bajo de Ament vertebra un tema que mantiene la tensión
del inicio del álbum. Un poderoso ejercicio vocal y lírico de Vedder en un
corte áspero e intenso que, salvando las distancias, emparenta con el espíritu
de “Vitalogy”.
“Sirens”: El
segundo single de “Lightning Bolt” es la otra cara de la moneda que lanzaban al
aire con “Mind Your Manners”: Aunque altamente emotivo, este medio tiempo
musicado por Mike McCready se acerca peligrosamente al terreno de powerballad
AOR, con algunos de los gestos más previsiblemente mainstream que los de
Seattle nos han ofrecido hasta ahora, desde los adornos de Cameron a la batería
en los primeros acordes del tema hasta los pianos de Moon Gaspar en el éxtasis
final del tema. No es Nickelback, Dios me libre, pero por momentos casi lo
parece. Notables los textos y sobresaliente el puente con solo de McCready
incluido.
“Lightning Bolt”:
el tema que da título al disco es un nuevo pastillazo 100% Vedderiano. Comienzo
minimalista, crescendo musical en las estrofas y estribillo desbocado y
ganador. A medio camino entre “Got Some” y “Unthought Known”, el corte
representa el arquetipo de canción PJ de
los últimos años, desde el “Aguacuate” (su homónimo “Pearl Jam” de 2007) hasta
nuestros días.
“Infallible”:
puente entre la enérgica primera mitad del álbum y el reflexivo segundo tramo,
“Infallible” esconde estrofas con guitarras contenidas que recuerdan a “Tremor
Christ” y que desembocan en un estribillo algo descafeinado, vulgarizado por
los predecibles arreglos de teclado. Fantástica interpretación de Vedder, cuya
voz se impone descaradamente (aunque a veces en exceso a lo largo del minutaje
del disco) por encima de sus compañeros.
“Pendulum”: la
mayor sorpresa del disco en cuanto a sonoridad, “Pendulum” es un ejercicio de
minimalismo musical casi “new wave”, poco habitual en la banda de Seattle.
Oscuro, lento y brumoso, descolocará a aquellos que no descifren la belleza de
la tensión que generan las teclas de Gaspar y sus sutiles y evocadoras
guitarras. Un tema maravillosamente arreglado y producido que agranda el
alcance musical de PJ.
“Swallowed Whole”: guitarras acústicas y eléctricas se cruzan en un medio tiempo buenrollista que pedía más revoluciones. Épica “Backspacer” en un crescendo constante, en el que la estrofa es estribillo. Disfrutable.
“Swallowed Whole”: guitarras acústicas y eléctricas se cruzan en un medio tiempo buenrollista que pedía más revoluciones. Épica “Backspacer” en un crescendo constante, en el que la estrofa es estribillo. Disfrutable.
“Let the Records Play”:
¿Pearl Jam se pasan al blues? Lo hacen al menos temporalmente con este tema de
insípido estribillo escrito por Stone Gossard. Una pieza que, a pesar de una
notable interpretación, se queda en tierra de nadie. Sorprende que, tras los 5
años que han pasado desde su último trabajo, este sea el corte que aporta al
conjunto el que otrora fuera compositor principal del combo. La más floja del lote.
“Sleeping By Myself”:
Preciosa balada “made in Vedder” que, ¡sorpresa! el vocalista ya había grabado y
publicado en su “Ukulele Songs” de 2011. Resulta extraño que la banda, conocida
por su vasto catálogo y excelentes caras B, tenga que recurrir a un tema ya
publicado para completar su nuevo disco. En su versión “pearljamizada”, como no
podía ser de otra manera, la canción gana en cuerpo y en riqueza, aunque
sorprenda su elección por encima de descartes como el poderoso “Olé” que
filtraron online hace un par de años.
“Yellow Moon”: este
relajado medio tiempo es otra de las joyas de la corona, un tema de corte
clásico que cobra intensidad por momentos y que gana matices con cada escucha.
Podría haber funcionado perfectamente como cierre del disco. Cuando Ament
acierta, suele dar en la diana.
“Future Days”:
desnuda pieza acústica con letras híper emotivas como despedida. Una canción muy
del gusto del Vedder post “Into The Wild”, prima hermana de los “Just Breath” o
“The End” que adornaban “Backspacer”. Exceso de pompa “mainstream” en la
producción, con algunos violines de más y un piano excesivo en intro y outro.
Es preciosa, sí, pero decanta la balanza hacia “lo lento” en un disco que se queda algo
escaso de fuerza en su segunda mitad.
“Lightning Bolt” no esconde los himnos de “Ten”, no es
memorable como “Vs.” ni irreverente como “Vitalogy”, pero es una obra más
atinada que “Binaural”, el homónimo “Pearl Jam” o el hetéreo “Riot Act”. Un
disco más que notable que confirma que, tras 22 años de carrera, Pearl Jam
sigue siendo capaz de escribir buenas canciones e interpretarlas con un gusto
exquisito. Si con el sobresaliente “Backspacer” enderezaron el rumbo, con este
nuevo trabajo confirman la dirección. Que el próximo no se haga esperar
tanto.
Etiquetas:
bolt,
eddie vedder,
jam,
jeff ament,
lightning,
lightning bolt,
matt cameron,
mike mccready,
pearl,
pearl jam,
stone gossard
lunes, 30 de septiembre de 2013
sábado, 31 de agosto de 2013
martes, 30 de julio de 2013
Queens Of The Stone Age - ...Like Clockwork

Primera escucha: bueno, me recuerda un poco a Era Vulgaris. Temas pesados, oscuros, casi barrocos, tempos lentos… y melodías ásperas, poco inmediatas. La producción es excelente, pero desde que no está Nick Oliveri han perdido ese punto punk, rápido y salvaje que tanto molaba y que les hacía tan especiales y versátiles. Por cierto, se podían currar un poco el cuadernillo del cd, qué cutrez...
Tercera escucha: Son solo 10 temas, pero el disco no es de fácil digestión. “I Sat By The Ocean” es de las más directas y el riff es winner total, pero no hay apenas concesiones. Me da la sensación que Homme se repite mucho en las melodías de voz… Habrá que darle más tiempo. “My God Is The Sun” es un temazo, eso sí.
Sexta escucha: Es innegable que el disco tiene empaque y que crece con las escuchas. “Fairweather Friends” o “I Appear Missing” son dos temazos tremendos, hiperoriginales. Y hay pasajes muy poco convencionales para QOTSA, como “…Like Clockwork”, que por momentos parece un tema digno de Radiohead.
Décima escucha: Tremenda la recompensa tras varias vueltas al cd, vaya discazo de Homme y cía. Hasta los cortes a priori menos interesantes, como “If I Had A Tail” o “Smooth Sailing” tienen un peso brutal y aportan muchísimo ambiente al conjunto final. La ejecución en los temas es absolutamente perfecta (vaya musicazos) y las letras tienen carácter para derrochar. No es para nada el pelotazo que fue “Songs For The Deaf”, pero es un trabajo sobresaliente que demuestra una madurez y una intensidad que no habíamos visto antes en Homme. Los que pensábamos que la fórmula se estaba agotando… pensemos otra vez. ¡Larga vida a las Reinas!
domingo, 30 de junio de 2013
Daft Punk - Get Lucky (single)
Muy de vez en cuando tenemos la suerte de darnos de bruces con el hit perfecto: una canción redonda, universal, inmediata, refrescante… y capaz de poner de acuerdo a millones de personas a lo largo y ancho del planeta, desde los amigos del mainstream estilo “One Direction” hasta el lector más avezado y recalcitrante de Pitchfork. Este nuevo “Hey Ya” es un regalo de los hit-makers franceses Daft Punk que, aunque suelen flaquear en sus largos, han vuelto a dar en la diana con un single absolutamente incontestable. “Get Lucky” es todo un guiño al dance setentero más desenfrenado, que se hace fuerte retomando los elementos humanos de una banda de rock al uso: bajo, batería, guitarra y voz. Quién lo iba a decir a estas alturas.
El conjunto es una combinación genial que rezuma la calidez de una batería “de verdad”, un bajo contenido, sólido y bailongo, una interpretación vocal excepcional (cortesía de Pharrel Williams) y, por encima de todo, de un trabajo excelso a la guitarra del genio que es Nile Rodgers, fundador de Chic y experto discotequero por antonomasia. Pocas guitarras pueden marcar la diferencia de una forma tan salvaje en una interpretación que lo tiene todo: tono, cadencia, golpeo, feeling… un verdadero regalo. Y si además la melodía es excelente, no nos queda otra opción: nos rendimos al single del año.
viernes, 31 de mayo de 2013
David Bowie - The Next Day
Han pasado ya 10 años desde que Bowie se alejara de los escenarios con “Reality” y su accidentado tour, tan accidentado que muchos seguimos temiendo no volver a ver de nuevo al Duque Blanco encima de un escenario. A falta de gira, el inglés nos ha amenizado el año con un sorpresivo comeback que nos trae su vigésimo cuarto disco de estudio bajo el brazo, el interesante e irregular “The Next Day”.
La nueva obra, que vuelve a contar con Tony
Visconti en la producción, nos presenta a un Bowie clásico, maduro y templado,
en la línea que apuntaban sus predecesores, los infravalorados “Hours”,
“Heathen” y el regular “Reality”. El disco, oscuro y contenido, juega con la
introspección y el paso del tiempo, obsesión personal del artista, consiguiendo
un sonido pulido y elegante que crece con cada escucha. En el debe, el álbum alarga
en exceso su minutaje, dejándonos claroscuros entre sus 14 cortes. Si bien la obra presenta momentos soberbios como la vibrante “Valentine’s Day”, la
marcial “I’d Rather Be High”, la balada de libro que es “You Feel So Lonely You
Could Die” o la abisal “Heat”, también abundan otros más grises como “Dirty
Boys”, “Love Is Lost”, “Boss of Me” o “Dancing Out in Space”, que restan
consistencia a un conjunto al que parece faltar un hilo conductor. Ciertamente,
la terrible portada tampoco ayuda.
No cabe duda de que un retorno como el de
David Bowie es una celebración en sí misma, y es un placer ver que, a sus 66 años,
Bowie sigue demostrando una tensión compositiva y un hambre creativa
encomiables. No es menos cierto que, pasada la efervescencia de la campaña
mediática de apoyo al disco, “The Next Day” deja al oyente con ganas de más. Entre
otras cosas, de una portada nueva. No debería ser tan difícil, ¿no?
martes, 30 de abril de 2013
John Grant - Pale Green Ghosts
Tras la fantástica acogida de su debut en solitario “Queen of Denmark”, John Grant contraataca en 2013 con “Pale Green Ghosts”, el segundo trabajo de estudio del que fuera vocalista de los Czars.
Grabado en Islandia y magistralmente producido
por Biggi Veira (Gus Gus), “Pale Green Ghosts” es una completísima obra en la
que se funden sintetizadores con guitarras acústicas y en el que folk y la
electrónica conviven en feliz armonía, hermanados por la espectacular y
elegante voz de Grant. Y si el elemento formal es casi perfecto, la guinda del
pastel la pone su fantástico contenido: un puñado de excelsos temas que hacen
que el disco se convierta en un clásico inmediato.
El álbum se abre con las atmósferas sugerentes
de la homónima “Pale Green Ghosts”, y nos sorprende poco después con tres
composiciones de matrícula de honor: las inmaculadas “GMF” y “Vietnam” y la
memorable “It Doesn’t Matter to Him” en las que, además de sonido y canciones,
Grant nos regala unos textos sobresalientes, tan cargados de sarcasmo como de dolorosa
honestidad. Nada es impostado, todo es real, y es contado desde una naturalidad
difícil de fingir. “You Don’t Have To” o “I Hate This Town” mantienen el
nivel del disco, que solo desciende en temas más bailables y menos
introspectivos, como la regular “Black Belt” o la pasable “Sensitive New Age Guy”. Y para terminar, el álbum remonta el vuelo con otra bala de plata: la épica y
evocadora “Glacier”, que cierra con
brillantez una de las obras más redondas, armónicas y trabajadas de lo que va
de década.
Parece evidente que John Grant ha pasado por
lo suyo en una vida plagada de altibajos, tanto artísticos como emocionales.
Por ello resulta emocionante comprobar cómo todas esas vivencias le han
permitido, a los 44 años de edad, parir una obra de este calibre. Disco del
año desde ya.
sábado, 30 de marzo de 2013
Yakuzas - Chamberí Rock City
Finalmente tenemos en nuestras manos el debut discográfico de los madrileños Yakuzas, una de las bandas más deslumbrantes del panorama rockero patrio. Estos jóvenes descarados presentan con este “Chamberí Rock City” su candidatura a la banda más chulesca, vacilona y divertida de la escena por medio de 10 pildorazos que beben de la tradición rítmica de los Stooges y del punk setentero más salvaje, revisado y mejorado por una deliciosa y elegante lírica callejera que es extraordinariamente lúcida e inequívocamente madrileña.
Desde la estruendosa “"La Ley de Chamberí” hasta “¿Te hace esto tu chico?”, pasando por el himno que es “Magnetismo Personal" o la épica de "Amo del Universo”, los Yakuzas reparten derechazos a mansalva, con un ojo en Detroit y otro en los Burning, mientras derrochan dos elementos en peligro de extinción en el rock de nuestros días: actitud a raudales y una personalidad a prueba de bombas. Una banda con un encanto natural, textos sobresalientes y un frontman carismático que nunca participaría en Operación Triunfo. Esto es Rock en español y Rock con mayúsculas. Créetelo.
miércoles, 30 de enero de 2013
Redd Kross - Researching The Blues
“Researching The Blues” es el séptimo álbum de estudio de Redd Kross y el primero desde que la banda de Los Ángeles publicase su lustroso “Show World” allá por 1997. Ha llovido mucho desde entonces pero, más de 15 años después, la capacidad melódica de los hermanos McDonald permanece intacta.
Producido y mezclado por el propio Steven McDonald, “Researching The Blues” suena grande, con unas guitarras vigorosas, atronadores y una base rítmica sólida y robusta que vertebra con elegancia cada una de las 10 composiciones de la obra. El comienzo es explosivo, con dos latigazos, la punzante “Researching The Blues” y el pildorazo power popero e hiper guitarrero de “Stay Away from Downtown”, que saben a gloria: riffs, distorsión y estribillos ganadores combinados en un equilibrio perfecto. Mantienen las pulsaciones en cortes como “Uglier” o “The Nu Temptations”, rebajando la intensidad en temas como “Dracula’s Daughter” o “Choose To Play”, en las que sacan brillo a su sensibilidad pop y a sus trabajadas harmonías de voz. Cierra la obra “Hazel Eyes”, seguramente la pieza más floja del lote, tan solo 32 minutos después del primer guitarrazo.
Conciso, enfocado y directo a la yugular, “Researching The Blues” nos muestra a una banda que se divierte haciendo música y que es capaz de derrochar frescura más de tres décadas después de su nacimiento, a la vez que reivindica a Red Kross como un referente imprescindible en la historia del rock americano. No han sido tan grandes como Stone Temple Pilots ni tan mentados como Sonic Youth, pero su relevancia es incuestionable. Este "Researching The Blues" Obras no hace sino cimentar su reputación como lo que son: una máquina de hacer grandes canciones.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)