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miércoles, 30 de junio de 2010

Stone Temple Pilots - 02 Brixton Academy, Londres, 16 de Junio '10


Stone Temple Pilots no se prodigan mucho por Europa, así que cada visita de los californianos se convierte en una cita obligada para sus fans, más si cabe si recordamos que hacía casi una década que no se acercaban por el viejo continente.

En esta ocasión lo hacían con disco nuevo bajo el brazo, el flamante y homónimo "Stone Temple Pilots", que ha debutado en el nº2 de las listas Billboard y que les está permitiendo reverdecer un estatus del que no disfrutaban desde mediados de los noventa.

Como casi siempre, España no estaba en su itinerario de viaje, aunque la gira sí pasaba por gran parte de Centro Europa, Italia, Francia y Reino Unido, con una parada muy especial en una de las mejores salas de conciertos que uno pueda imaginar: el Brixton Academy de Londres.

Apenas una hora y veinte minutos duró un show que, aunque corto, fue suficiente para que los Pilots desgranasen muchos de los hits que nos han regalado desde que debutaran con "Core" allá por 1992. Rompieron las hostilidades con "Vasoline", uno de sus éxitos por antonomasia, redondeando un sonido poderoso, contundente, arrollador. Scott Weiland derrochaba personalidad como el gran frontman que es, escudado por el omnipresente bajo de Mr. Robert DeLeo (el corazón y alma de la banda) y la elegancia de su hermano Dean a las 6 cuerdas. Siguieron con "Crackerman", y "Wicked Garden", poniendo el acento en la primera etapa de su discografía y sonando como una apisonadora en el intento.

Debutaron entonces algunos de los mejores temas de su nuevo y homónino trabajo. Clavaron "Between The Lines" y se gustaron en "Hickory Dichotomy", justo antes de bajar el pistón con algunos de sus cortes más lentos: "Big Empty", "Sour Girl" y una vacilante "Creep" sonaron encadenadas en un pequeño receso que pudo hacerse excesivamente largo.

La inevitable "Plush" supuso uno de los momentos álgidos de la noche, abriendo paso a una segunda parte de concierto en la que sonaron clásicos como "Interstate Love Song", "Tumble In The Rough" o "Sex Type Thing", con la que se despedían temporalmente. STP demostraba ser una banda curtida, sólida, sobrada de oficio. El empaste entre las líneas de bajo y guitarras es impecable y Weiland sigue presumiendo de una gran forma vocal, aunque se le nota por momentos algo ajeno al resto del grupo. Así es el frágil equilibrio (¿y tal vez la magia?) de los Stone Temple Pilots.

Más cómodos en los cortes guitarreros que en los medios tiempos, nos regalaron un bis que abrió la sorprendente "Dead And Bloated", que sonó rocosa, marcial, a pesar de algún que otro patinazo rítmico, antes de cerrar definitivamente el show con "Trippin' On A Hole In A Paper Heart", con la que ponían punto final a un bolo breve, reconciliador y más que notable. Se echó de menos algún corte más de sus últimas referencias: sólo un tema sonó de su "Nº4", ninguno de "Shangri-La Dee Da". También extrañamos "Big Bang Baby".

Los Pilots vuelven ahora a los EEUU, donde siguen llenando anfiteatros, y consolidándose como una de las bandas de rock más importantes de los últimos 20 años. Sólo nos queda esperar que se acuerden de España en su próxima visita.

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